La fiesta empezó cuando llegué.
Eran las 5 de la mañana
y hacía un calor impresionante:
Habían rábanos,
berenjenas y alpargatas,
por supuesto.
La música sonaba y sonaba.
La situación era caótica...
invadía la anarquía y
el pensamiento popular.
Arriba, en la pieza,
ardía el techo.
Los libres,volaban;
y el tercero mordía el polvo:
El segundo traía
un puñado de maraguana
y 1 kilo de libertad.
Llegó la policía y
los pájaros tuvieron que migrar,
los sueños se borraron,
y el amanecer se desvaneció.
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1 comentario:
Que buen festejo, entre alucinaciones y fantasías oníricas...muy surreal-conceptual... :P
Saludos...
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